Hidratos de carbono y azúcar
Los macronutrientes que encontramos en nuestros alimentos son tres: hidratos de carbono, proteínas y grasas. Todos juegan un papel fundamental en nuestro cuerpo y es necesario aportarlos en nuestra ingesta. No obstante, “lo necesario” es bueno en su medida.
Uno de los principales aspectos a abordar en la sociedad actual y, más si cabe, en las fechas en las que nos encontramos es la ingesta de los hidratos de carbono. Dentro de los hidratos de carbono podemos citar los cereales, los tubérculos, las legumbres, y el azúcar, todos ellos con una alta carga glucémica, es decir, con un alto aporte de glucosa para nuestro cuerpo. También las frutas y verduras aportan glucosa pero en menor cantidad.
Los azúcares y sus efectos
En general, tendemos a ingerir mucha glucosa. Esto ocurre tanto entre los adultos como entre los más pequeños. Si nos paramos a pensar y observamos lo que comemos (a qué macronutriente pertenece, las etiquetas,…), nos damos cuenta de que lo estamos haciendo casi de forma continuada. En estas fechas esta tendencia se ve acentuada de forma especial en relación a los azúcares (también debemos mencionar las grasas saturadas).
Los alimentos que ingerimos, las bebidas que tomamos, contienen azúcares en abundancia. Y sabemos que aquello que llega a nuestro organismo, nuestro cuerpo lo tiene que procesar, teniendo que realizar un esfuerzo extra cuando llega en exceso. De esta forma, forzamos una mayor producción de insulina por parte del páncreas, exigimos un sobreesfuerzo a nuestro hígado para metabolizar el azúcar,…
Se produce una cadena de reacciones que tiene consecuencias negativas en nuestro cuerpo (con o sin sintomatología) e, incluso, si se producen de forma recurrente, pueden derivar en patologías que se han convertido en actores principales de la sociedad del siglo.