No se puede pretender curar todas las enfermedades del mundo, pero sí se puede prevenir enormemente el riesgo de desarrollar algunas de las más comunes. Cada vez más personas occidentales se ven afectadas por enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, alergias, obesidad,… Y aunque las causas y síntomas de éstas son diversas, es posible que se pueda usar el mismo método de prevención para todas ellas.
La inflamación es la base común a estas afecciones. Es una reacción natural de nuestro organismo para eliminar sustancias extrañas y dañinas, pero un nivel excesivo de inflamación puede causar patologías graves. Por tanto, controlar la inflamación podría ser la clave para prevenir o tratar las enfermedades crónicas.
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